Ensalada con tomate, zanahoria, apio, rabanitos, espárrago, nueces, lechuga y aceitunas
Las ensaladas son como el oro: dúctiles y maleables. Admiten frutas, cereales, legumbres, frutos secos… y también muchos tipos de aderezo, con lo que la variedad se convierte en infinita. El único tope está en el que nuestra imaginación nos imponga.
Según los expertos, lo ideal es consumirlas como entrada en una comida, ya que estimulan la formación de jugos gástricos, necesarios para una buena digestión.
Tienen también otra gran e interesante virtud: las hortalizas y verduras crudas que las componen, nos obligan a una buena masticación, función estupenda y necesaria para fortalecer y tonificar la mandíbula y los músculos del cuello, con lo que hasta nuestras cervicales deben acabar agradecidas.
Ensalada con rúcula, maíz, rabanitos, tomate y zanahoria
Lo ideal es combinar diferentes partes de las plantas: hojas, raíces, tallos, frutos…
Deben prepararse poco antes de ser consumidas con el fin de que algunas de sus propiedades no se pierdan.
Podríamos considerar esto la única desventaja, pero para compensar, preparar una maravillosa ensalada no nos lleva más que un momento.
Otro pequeño inconveniente (para los aficionados al buen beber) es que la ensalada no va nada bien con el vino. Destruye su sabor y su buquet pero no nos alarmemos, podemos acompañarla con un buen vaso de agua fresca y reservar el vinillo para el 2º plato.
En cuanto a los aderezos, existe un dicho popular:
“Para preparar una ensalada se necesitan 4 personas: un derrochador para el aceite, un tacaño para el vinagre, un sabio para la sal y un loco para mezclarlo todo”.
El orden debe ser: primero la sal, después el vinagre o el limón y por último el aceite y lo haremos justo antes de servirla para que no pierda presencia.
Yo prefiero el limón al vinagre pero sin olvidar que el limón no va nada bien con el tomate por lo que si éste es el ingrediente principal de la ensalada, es preferible aliñarla sólo con aceite, con mayonesa, con una crema de queso o con cualquier otra salsa.
Ensalada aliñada con salsa de aceitunas negras
Ensalada de judías verdes cocidas, tomate y maíz, aliñada con mayonesa y alcaparras
También exprimo un ajo crudo en muchas de ellas, sobre todo en las que llevan escarola y otras hojas verdes.
Ensalada de tomate, escarola y zanahoria rallada, aliñada con aceite, limón y ajo exprimido.
Ah, y ni por asomo, tirar las hojas exteriores y los tronchos de las lechugas o las hojas de las zanahorias o los rabanitos. Con todo ello haremos una crema de verduras para rechuparse.
Ensalada con espárragos, aceitunas, apio, lechuga, tomate y zanahoria rallada
Aquí van las fotos y los enlaces de las que preparamos en casa con más asiduidad y que están todas buenísimas. Aunque hay un par de ellas un poco más laboriosas, no resisto la tentación de ponerlas también porque hay veces que no nos importa perder un poco más de tiempo en la cocina a cambio de conseguir un plato rico y algo especial.
Ensalada con tomate, bonito en aceite, judías verdes, patata y huevo cocido, aliñada con mayonesa
Y aquí, un aderezo ideal para ensaladas, según el famoso gastrónomo Savarin:
Majamos en el mortero una yema de huevo, una cucharadita de mostaza, estragón sal y pimienta. Añadimos aceite de oliva gota a gota sin dejar de remover. Por último, unas gotas de agua caliente y ya está. Lo vertemos sobre la ensalada, espolvoreamos con finas hierbas (estragón, perifollo, perejil, cebollino) y revolvemos bien.
GABRIELA SORIANO 1"D" 1/11/15
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